TONTA LISTA

Recomiendo siempre hacerse la tonta.

A modo superficial sería un “ajá” por aquí, un silencio con mirada de cordera o de ver a través de las paredes por allá, una sonrisa con “claro, claro”, y hasta un argumento condescendiente que ni tú sabes de dónde ha salido para parecer maja. Es muy importante arquear el entrecejo y no expresar opiniones sobre lo que te parece tu interlocutor o sobre lo que quiera que te esté contando y ha hecho. Hay quien confunde las opiniones con los juicios categóricos y demás sentencias, así que ojo ahí con ser espontánea. Y si te da por serlo lleva siempre encima un tono dubitativo, débil, sumiso, y un “no sé” sobre lo que acabas de decir al terminar la frase. Recuerda que no hay nada peor que no parecer maja. Si quieres la muerte en vida arriésgate a mostrarte crítica, con las ideas claras y el pensamiento estructurado con quienes sólo buscan en ti un aprobado. Vas a ver lo que es bueno. Vas a ver lo que es el exilio. Te vas a sentir como un republicano cuando huyó por las montañas a Francia.

Y luego está el modo profundo hijoputista. Mi favorito. Veamos:

Parecer maja y hacerse la “tonta” van de la mano. Es imprescindible para el éxito social. Bueno, para el éxito social, laboral y ligoteos varios. Esto es así.La gente dice siempre que le gustan las personas carismáticas, seguras de sí mismas, directas, con madera de líder, que saben expresarse y no tiene miedo a hacerlo, los a tope vaya, los que tienen un par.

Y una mierda para ellas. Y para ti.

Les gustan de lejos. La mayoría de gente ve acercarse a su vida a una persona segura de sí misma y directa y se hacen diarrea encima (No confundir seguras de sí mismas con soberbias, arrogantes, pedantes. Esos ya pueden tropezarse en el andén del metro y adiós muy buenas. Y esos incluso pueden ser mejor tolerados que tú, OH persona que pobre de ti, cometes el sacrilegio de saber quién eres y/o lo que quieres).

Los seguros de sí mismos pueden recordar constantemente y sin pretenderlo, sólo por su asertividad y falta de temor a no ser “biencaídos”, las limitaciones propias que aún no has afrontado, los conflictos internos que aún no has ordenado, lo purria que eres, so ruín, y eso como que no oye. Eso jode bastantito. Así que aconsejo parecer manipulable a todos los niveles si tienes la mala suerte de tener la cabeza amueblada: Que te cuentan una película del oeste, pues estupendo, que te la meten doblada, pues estupendo, que te estafan emocionalmente, pues más estupendo aún. Si está lo suficientemente buen@ vale la pena.

Piensa, que mientras finges ser una tonta a las 3, con una capacidad de comprensión ilimitada, puedes sacar toda la información del otro sobre su ruina interior. Y eso no tiene precio.

¿Cuándo vas a tener la oportunidad de saber qué trauma se esconde tras una persona falsa, mentirosa y cobarde? Y eso es lo que abunda, eso es lo que tienes de primero, de segundo y casi de postre. Así que espabila, que te vas a comer un bacalao. En todos los sentidos. A la que te vean poco controlable la has cagado pero bien, porque no van a poder proyectar en tí sus súper poderes. Los tontos/majos triunfan más, son unos espejos distorsionados de primera, y entonces eligen las presas, las envuelven en sus telas de araña, les dejan vacíos, y cuando ya tienen al cadáver seco y acartonado vuelven a su nido, a ver cuando pasa otra. Porque pueden elegir la presa, cosa que tú no so lista, porque ellos tienen el don: Son de verdad tontos y parecen majos, aunque sólo tú veas que por dentro se lo comen los gusanos. Hjoputeo en estado puro.

Claro, ellos también son manipulables, pero lo son de verdad, aunque nunca con alguien que se muestra seguro de sí mismo, honesto, leal. Ya se sabe: Dios los cría y ellos se despedazan juntos. Porque eres tonta joder, que te he dicho que has de parecerte a ellos, arrímate al tonteomajismo, y hazles un poquito de espectadora de su vida, de encandilada, de vendida vaya. Un regalar oídos, un saber siempre menos, un estar a la sombra, en la cueva, y eso sí, y muy muy importante: ser difícil de atrapar, que si no pierdes la gracia. Olvídate de ser accesible, eso caca. Tú estate ahí agradable cuando toque, pero luego muéstrate dispersa, huidiza y poco asertiva. No digas la verdad demasiado, mejor siempre velada y a medias. Ambigüedades a tope, contra más mejor. Una explicación clara sobre el hijoputeo que estés cometiendo es herejía, es de maja de verdad, y no va de eso la cosa, va de parecerlo, inútil.

Nunca digas que no puedes a algo con antelación. Tú dí sí, y ya cuando se acerque el momento improvisas una mandanga, o si sabes hacer malabares te mueves a dos bandas. Eso sí es de puta ama. Jamás, óyeme jamás, seas clara en cuanto a tus intenciones de no quedar demasiado, ya no digamos a tus intenciones de utilizar a los demás. Los demás han de estar a tu disposición siempre, pero que no se note, que para eso eres maja. Una excusita por aquí, un lamentito por allá, y sólo cuando no tengas nada mejor que hacer dices sí. Sólo en caso de aburrimiento extremo los mantienes un tiempo seguido a tu lado, cuando el asco te esté comiendo, entiéndeme. Si les dices lo que hay realmente pues se pierde la magia y eso no pone.

Tú ahí, maja. Una tonta lista que diría mi madre.

En fin, la honestidad es de feos y carece de encanto.